martes, 19 de mayo de 2020

La Ingeniería en Venezuela

Primeramente debemos conocer qué es la Ingeniería: 


Se dice entonces que es para la Corona ibérica –en particular con la dinastía Borbón que toma las riendas en el siglo XVIII- instrumento de creciente importancia en el control de sus dominios y eran entonces en aquellos tiempos esencialmente ingeniería militar, ocupada en lo referido a fortificaciones, armamento, transporte, comunicaciones y logística castrense.


El gran crecimiento de la enseñanza formal, institucionalizada y permanente para esta área profesional en el país deba esperar a 1831, cuando la República iniciaba su tránsito en solitario tras la disolución de la Gran Colombia y aún se recuperaba de los daños de la lucha por la Independencia.

Para la historia de Venezuela se relata que los docentes disponibles eran muy escasos, al punto que se comenzaron actividades con sólo dos profesores: Cagigal y José Rafael Acevedo, quien desde 1827 regentaba la primera Cátedra de Matemáticas en la Universidad Central de Venezuela; para superar tal limitación después se incorporarían a dicha labor algunos de los egresados de la propia Academia. En 1841 Cagigal deja la dirección por enfermedad y le sustituye Olegario Meneses, uno de los primeros egresados de 1837, bajo cuya gestión se mantiene por un tiempo el impulso que su fundador había dado a la Academia.




En 1861 se funda el Colegio de Ingenieros de Venezuela, cuerpo dependiente del Ministerio de Guerra pero que pronto comienza a ser integrado por más civiles y a interesarse de modo creciente por asuntos ajenos a lo castrense, como se evidencia en publicaciones, eventos y acciones que promueve.


Pero por mucha ojeriza que la tiranía tuviese a la universidad y los estudiantes, el inicio de la década de 1920 ya avizoraba el nacimiento de una nueva Venezuela, hija de la industria petrolera y los cambios que traía consigo. Ese país que se anunciaba requeriría no sólo de más ingenieros, sino de diversificación y actualización de los campos de actividad profesional, lo que implicaba una demanda por transformar la enseñanza de la ingeniería, que entre nosotros seguía anclada en estructuras, modos de aprendizaje y contenidos decimonónicos.


Posteriormente se estará dando una breve exposición de algunos acontecimientos en Venezuela con respecto a la Ingeniería: 


En 1974 se inicia el proceso de transformación de la Universidad Central de Venezuela, que incluye la creación de la Facultad de Ciencias Exactas, en la cual se otorgarán los títulos de agrimensor e ingeniero, despojados de todo com- ponente militar (Genatios, 2004) y en 1877 se gradúa la primera promoción (siete egresados) de la Facultad de Ciencias Exactas de la UCV. 

En 1879 se oficializa la adscripción de los recursos y el personal de la desaparecida Academia de Matemáticas a la UCV, hecho que fortalece la capacidad de la Facultad de Ciencias Exactas. En las once promociones que se gradúan entre 1883 y 1893, hay ciento treinta y nueve egresados.

En 1887 un folleto de Jesús Muñoz Tébar (1847-1909) sobre ferrocarriles, indica que existen veintitrés ingenieros venezolanos que adquieren conocimientos prácticos en construcción ferroviaria. Muñoz Tébar es nombrado Rector de la UCV (entre marzo y noviembre de este año); vuelve a ocupar el rectorado entre 1906 y 1908.

La situación abierta tras la muerte de Gómez se manifiesta en lo referido a la enseñanza de la ingeniería, haciendo más claro y decidido el estímulo al cambio y modernización. En 1936 la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas de la ULA es elevada a Facultad, teniendo sus primeros egresados al año siguiente.

En 1937 se inician los estudios de ingeniería agronómica en el país con la apertura de la Escuela Superior de Agricultura y Zootecnia (ESAZ) dependiente del MAC, organismo que el año anterior había becado al exterior a 19 estudiantes del ramo; esta Escuela pasará a la UCV en 1946, originando la actual Facultad de Agronomía. 

En 1938 nace el Instituto de Geología, adscrito a los Ministerios de Fomento y de Educación, destinado a formar geólogos y que se integra a la UCV dos años más tarde, con su primera promoción en 1942.




Hacia 1950 cabe estimar que hay alrededor de 2.000 estudiantes venezolanos de ingeniería, cifra que de algún modo indica que está quedando atrás el sesgo elitesco y socialmente restrictivo que había tenido esta carrera en el país hasta el primer tercio del S. XX. La ahora llamada Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales de la UCV supera el millar de alumnos, en más del 80 % de ingeniería, cuyo curso se extiende a 4 años y medio.

Para 1955, cuando la UCV ha completado mudanza a la Ciudad Universitaria, su FI abre un Curso de Posgrado en Hidráulica, Estructuras y Electricidad, pero habrá que esperar años para que este nivel tenga presencia estable en los estudios de la profesión. Entre tanto, y hasta la caída de la dictadura en 1958, nuestra Alma Mater sigue padeciendo persecución a miembros de la comunidad y suspensiones de actividades.


En los años 1956 en la UCV se crean Ingeniería Metalúrgica y la Licenciatura en Hidrometeorología (ésta con 4 años de estudio); Las 4 escuelas de su Facultad de Ingeniería son Civil, Minas y Metalurgia, Geología e Industrial. El MOP publica el primer Registro Hidrométrico Nacional. En Mérida, con patrocinio de la FAO-ONU y adscrito a la ULA, se abre el Instituto Forestal Latinoamericano de Investigación y Capacitación, centro internacional para el desarrollo e investigación en ingeniería forestal. 2da.

Centro de Ingenieros del Estado Zulia es el más importante del interior del país, con 180 inscritos. Se crea la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica y Mecánica, que comienza a editar su Revista. Se inaugura el sistema Tuy I del Acueducto Metropolitano de Caracas.


Sin lugar a dudas la Ingeniería en Venezuela apresar de los grandes tropiezos que se presentaron a lo largo de su historia surgió y marcó la diferencia, entre tantas cosas hermosas que se hicieron en este país, entre tantas estructuras que para muchas personas es difícil de creer y hacer y que se lograron, se encuentra la riqueza y el crecimiento de un país con grandes visiones y ganas de surgir. Durante la dictadura de Gómez que aunque fue estricto se evidenciaron grandes estructuras hechas por una larga lista de Ingenieros de Venezuela, que presentaron las pautas y estudios necesarios para llevar a cabo estas construcciones y es de suma importante mencionar que este periodo previo es importante considerarlo porque ya para fines de los años veinte, Venezuela era un país cada vez más dependiente del petróleo; para más precisión, en 1926 era el segundo exportador mundial; información que sorprende si se considera la situación de la Universidad Central de Venezuela, única institución del país que formaba ingenieros, y que entre 1901 y 1926, apenas había graduado 101 de estos profesionales.

Por último, es de hacer notar que además de los avances de la ingeniería nacional desde fines de los años treinta, el sector de la construcción se vio también favorecido con la incorporación de profesionales de las nuevas carreras que se fueron creando en la UCV, tales como economía, contaduría, administración, estadística en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales; así como otras en la propia Facultad de Ingeniería, tales como arquitectura y ciencias básicas, que vieron la luz en esos años, así como la formación de técnicos y artesanos. Estos avances, en conjunto, constituían un indicativo de una mayor madurez de la sociedad para encarar sus retos.